POEMA PARA ALICIA
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Cuando volvimos ese día por la noche, Alicia estaba descalza. Había regalado sus zapatos a una compañera que ya venía descalza del invierno anterior. “Me dio pudor mirarla”, dijo entre bronca y dolor. Yo me puse a llorar, disimulando
Por Jorge Giles
NAC&POP
27/01/2021
Alicia Eguren mostraba la bombacha sin querer cuando se sentaba
despatarrada
desenvuelta como un cordel.
Hablaba y daba vuelta el mundo
en un abrir y cerrar de ojos
cambiaba su eje de rotación y las estrellas bajaban a sus manos
«El Bebe me decía» y recitaba a Cooke de arriba abajo, ida y vuelta, sin respiros.
No tenía pudor bajo la pollera
y era libre de veras cuando sonreía.
Una vez fuimos al barrio en la Citroneta
no paraba de hablar
y recordaba al Che que era su amigo
y citaba a Fidel que fue su jefe en Cuba
y cruzaba sus piernas graciosamente mientras aseguraba que Perón iba a volver
a dos años vista del luche y vuelve.
Cuando volvimos ese día por la noche, Alicia estaba descalza.
Había regalado sus zapatos a una compañera que ya venía descalza del invierno anterior.
“Me dio pudor mirarla”, dijo entre bronca y dolor
Yo me puse a llorar, disimulando
ella hizo como que no se daba cuenta
pero al bajar me dijo suavemente:
“Una lágrima derramada a tiempo, siempre te ayuda a crecer”.
JG/