POR MI CALLE, POR LA TUYA

MI calle tiene cuadros de San Martín, Moreno y Belgrano. La tuya a Roca, Sarmiento y Urquiza.
Mi calle sueña con La Patria Grande. La tuya con Miami y Gran Bretaña.
Mi calle tiene a Malvinas. La tuya a las falklands.
Del Facebook de Vitino Lu.
Por mi calle caminan Fidel y El Che. Por la tuya Batista, Rojas y Aramburu.
En mi calle hablan Evita y Cristina. En la tuya María Julia y «lilita».
Por mi calle va pensativo Alfonsín, por la tuya sonríe Menem.
En mi calle levanta los brazos Cámpora y la Juventud Maravillosa.
Por la tuya veo los colmillos de Videla y las orejas de Martinez de Hoz.
Por mi calle Néstor cierra un ojo. Por la tuya la mirada celeste cielo de Macri. Por mi calle escribe Rodolfo Walsh y Víctor Hugo.
Por la tuya veo heces del clarín y la nación.
Mi calle tiene un billete con Malvinas. La tuya lo tiene a un guanaco.
MI calle tiene cuadros de San Martín, Moreno y Belgrano. La tuya a Roca, Sarmiento y Urquiza.
Mi calle sueña con La Patria Grande. La tuya con Miami y Gran Bretaña.
Mi calle tiene a Malvinas. La tuya a las falklands.
Por mi calle asoma un satélite. Por la tuya se exhibe un dólar.
Mi calle reclama por los desaparecidos. La tuya por los represores.
Mi calle pide a gritos por Santiago. La tuya, avergonzada, «mata» a un fiscal de la Cia y el Mossad.
En mi calle se abrazan Evo, Rafael, Lula, Dilma, El Pepe, Chávez, Lugo, Néstor y Cristina. La tuya abarrota a los ceos de las multinacionales.
Mi calle lee libros de Cortázar, Gelman y Vinicius. La tuya mira a Vargas LLosa y Aguinis.
En mi calle hay Escuelas y Universidades. En la tuya basura y lebacs.
En mi calle bailan los jubilados y los niños. En la tuya los ancianos se suicidan y los niños no tienen futuro.
Y soy feliz andando por mi calle y lo grito en el viento. Vos no te animas al grito; susurras.
MI calle llora, ama y se enorgullece. La tuya odia, se burla y mata.
Mi calle tiene sueños. La tuya miedo, mucho miedo.
En mi calle se cultiva la cultura. La tuya se sumerge en la ignorancia.
Y así es la historia. Y así pasa la vida. Y esta es la grieta que nació con las invasiones inglesas.
Mi calle echo a los ingleses. La tuya les abría las puertas.
Sé que voy a herirte. Mi intención es otra. Pero yo voy por mi calle, la de la izquierda. Y vos vas por la calle de la derecha.
Y por la ancha avenida del medio van los tibios. Los que no se animan a caminar por alguna de las calles.
Y ya sabemos que a los tibios los vomita Dios y los caga el neoliberalismo.