¡PALERMO, PALERMO, PALERMO!

Se va con la gloria de un combatiente deportivo / De un obrero calificado / Un trascendente del field / Es el Palermo del glorioso Boca / El club de la multitud.
¡PALERMO, PALERMO, PALERMO!
Un poema de Alfredo Carlino
NAC&POP
18/06/2011
Es justamente tu hora
En que la nocturnidad nace
Hay un barrio
Nuevamente vestido de gloria
La multitud brama,
Desparramando al mundo su emotividad.
Desaforados gritan con inmensa alegría
el victorioso nombre de un guerrero
De la visualidad alegre, arrastrada en sus alas
Desde la niñez barrial
El titán de los fragorosos combates
Se va para encarnarse en otro.
Se va con la gloria de un combatiente deportivo
De un obrero calificado
Un trascendente del field
Es el Palermo del glorioso Boca
El club de la multitud.
¡Palermo, Palermo, Palermo!
Un grito de expansión mundial
y en ese grito templado
en la grupabilidad futbolera
donde decenas de miles son uno
al Palermo lo están despidiendo
inaugura su propia leyenda.
En cada barrio, en cada ciudad
en países centrales y otros muy distantes
lo recuerdan alborozados
Millones y millones
adictos al deporte del balón
el Palermo no es un grito cualquiera
es un grito de la jubilosidad
como en cada gol inesperado
Notoriedad de lo que vendrá.
Palermo significa en el Imaginario popular
Sueños y goles.
El futbolista que dio tanto y tanto
Por eso lo están aplaudiendo
No solamente en la cancha sino en el mundo.
¡Palermo, Palermo, Palermo!
Mirarlo es ver la teoría filosófica del gol.
¡Palermo, Palermo, Palermo!
Los apóstoles de la insidia
intentaran desaparecerte
Antes de tiempo.
Aquellos ausentes de fibra
Te escamotearan la pelota
Para cerrarte los caminos del gol
Vos con tu hondura espiritual
Sobrepasando todos los enconos
Que pertenecen a seres menores
¡Palermo! Tu nombre estalla
Lloviendo la sequía
Palermo ya sos de todos
Abriste la puerta de la Leyenda.