MONTON «EROS» >POEMAS DE JORGE FALCONE
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Jorge Falcone (FOTO):-Dirán que habrá más canallas / y nuevos vindicadores, / pero lo cierto es que aquellos /tornaron insoslayable que no sólo / entran balas en el corazón del pobre. //Texto del libro «Prevaleceremos» duodécimo poemario del autor.
NAC&POP
07/09/2009
MONTÓN EROS
Poemas de Jorge Falcone
“Te han sitiado, corazón,
y esperan tu renuncia.
Los únicos vencidos, corazón,
son los que no luchan.
No te entregues, corazón libre.
No te entregues!”
Rafael Amor
Advertencia
Argentin@ que te hartaste
de lo que alguna vez se llamó historia,
mejor pasáme por alto.
A mí no me leas poeta
abstracto que prefiere
que tinta y acontecer
colectivo no se encuentren.
Estas líneas no son para ustedes.
Son para gente que aún cree.
Destino, causáme la vejez…
Causáme el guadañazo…
Pero nunca arrebates la sorpresa
de este pendejo azorado.
El Timbre de la Historia
Cuando el mundo rabioso se partía en dos
y política consistía en aplastar
a quien se plantara en el medio,
cuando el hervor del continente
burbujeaba en el Caribe,
a la misma hora en que otros pibes
hacían servicio en el ashram entonando melopeas
al dulce Bargolestwar
y buceaban sus adentros
con meditación trascendental,
estos clavaron su índice en el timbre de la historia
prescindiendo en el acto de su adolescencia,
enfundados en gavancitos del Colegio Nacional
y uniformes escamoteados
al Servicio Militar.
Y fueron recibidos cortésmente por el tirano,
escribas de entonces descreyeron
de la hazaña y la atribuyeron
a internas del gobierno de facto.
Aún se empeñan los cagatintas en buscarle el lado flaco,
supuestas inquinas dentro de aquel comando…
Pero ellos resplandecen incólumes en sus veinte años,
tras de su rimmel o engominados,
en un afiche que dice “Buscados”.
En qué rincón del sótano esconder la verdadera
soberbia armada que fusila
sin extremaunción y acribilla
el ómnibus escolar…
Con qué jurisprudencia que no sea
un siglo y medio de pelea
por defender la tez morena
se conforma el tribunal
que al verdugo condena…
Imberbes antes de saberlo estigma
ponen en acto lo que el pueblo espera
y conociendo las reglas
clavan su quilla en Pizzería La Rueda.
Dirán que habrá más canallas
y nuevos vindicadores,
pero lo cierto es que aquellos
tornaron insoslayable que no sólo
entran balas en el corazón del pobre.
49 días de Justicia
Cabían los primeros en el huequito
de la palma de su pueblo.
Forjados en sindicatos o instruidos
por hombres de Sierra Maestra
fueron ganando primeras planas
a medida que tomaban
poblados o combatían
en la puerta de las empresas.
Si cayeron en Alta Gracia o callaron
el balazo por no distraer
al compa que iba al volante
fue porque barrenaron en la ola
de una victoria popular en ciernes.
Y la plaza que llenaron fue acordobada
por un rosario de ellos conjurado
a no aceptar un cielo aceitunado.
Y asomaron al balcón que enalteciera
tiempo atrás otra descamisada,
y abrieron todas las jaulas
mientras estrellas de ocho
y de cinco puntas en lo alto brillaban.
Y algunos ocuparon bancadas
hasta que el poder jugó mala pasada,
y después del portazo no se llevaron nada
más que la cuatro y medio para resistir
si otra vez los emboscaban.
¡Pobrecita generación,
al palco de Ezeiza de los pelos izada
para que las falanges de la diestra universal
montando el caballo pinto de El General
la aplastaran
con rigor de apocalípticos jinetes
dando cuenta de la plaga
soviética que nunca encarnara!
Pero qué peritaje validara que son falsas
las fotos que la muestran
llenando a pleno estadios y plazas…
La Gran Herejía Generacional
Vi a mi padre dejar los bofes
tragando el sapo del personalismo y soltando
su peor augurio un 26 de julio.
Supe también que conspiró
sin contraseguimiento ni tabicación
volviendo siempre a casa
como si el enemigo tuviera
algún código de nobleza.
Apostó no obstante
una vez más por El Hombre
y me advirtió que aquel no consentiría
que el Olimpo fuera interpelado.
Pero allá fuimos igual
a protagonizar capítulo
que una malversada historia embarra,
y reclamamos bajo el balcón
hasta que Júpiter Tonante
nos condenó a ser nuevamente mortales.
Tanto lo fuimos que hoy no alcanza
a contener nuestras fotos
de carnet aquella plaza.
Auténticos
Más vale que no fuimos propietarios
de ninguna exclusividad identitaria,
menos acaso los mejores
intérpretes de un sentir de masas,
pero vaya si creímos a pie juntillas
en esa Actualización que pregonaba
escuchar a los jóvenes también,
pegar al poderoso donde más duele y apostar
por el entierro del capital…
Búsquese en los anales del nosotros
el encuentro del abuelo resistente
con el nieto revolucionario
y se nos hallará en palco que no distingue
al nobel patriota del septuagenario.
Qué libro de historia, qué claustro
canta la gesta del joven y del viejo
dueños de aquel abrazo…
Sin embargo cuánta tinta gasta
la versión canalla de los infiltrados…
La Guerra Condicional
Fue en abril y en la Ciudad de los Césares
que pensadores, artistas y combatientes
dimos a conocer un programa
que sometía toda acción directa a la condición
de que tuviera el pobre conchabo y casa
Hoy perdieron esa foto
muchos conversos de la democracia,
y disimulan si arrecia el argumento
que exalta nuestro apego a las armas.
Pero nadie que indague hallará prueba
de que no quisimos ser
padres, amigos, laburantes
deseosos de vacación y aguinaldo,
de salud a cargo de obras sociales,
y al fin de la larga marcha
jubilación digna esperando.
El Arca de la Santa Alianza
Escribas del hambre nos prefieren
nihilistas y blindados,
kamikazes sin ningún sueño entre manos,
ayer irreverentes con el poder de facto
y hoy cruzando la estafa electoral a contramano.
No conviene que nadie se entere
que la lucha financiada con plusvalía del potentado
blandía un proyecto largamente elaborado
por sabios que ningún arma empuñaron,
que nuestro afán de erguirnos sobre las ruinas
se llamó Bases para la Alianza
Constituyente de la Nueva Argentina.
Primera Línea de Fuego
Qué manual del revisionismo nuevo
mentará el nombre del comandante
que cayó peleando en la primer línea de fuego.
Quién tirará la piedra en un masivo medio
contando que los desaparecidos
no fueron faenados como borregos.
Dónde habrá de escucharse o leerse
que no hubo píldora fatal para los giles
y exilio dorado de los jefes.
Quién que no medre con gesta ajena
puede disimular que ninguno
de los que hicieron punta amasa fortuna.
Qué juicio justo cabe al que ayer eludió la guadaña
y hoy ofrece el pescuezo generoso
para una nueva hazaña.
Irredento
Si empujan al débil estoy en pie de guerra,
si él clama democracia quiero mis documentos en regla.
Si me capturan no parece
que este viento sople
a favor de nuestros sueños.
Si me deportan es seguro que el reparto en ciernes
no ha de favorecer justo al que menos tiene.
Si me encierran ha de ser que la Constitución vigente
es la que el patriciado creó para sojuzgar la gente.
No esperan que atraviese
los muros de la prisión mi simiente,
ni que entre reo y salga doctor
para desenmascarar al que miente.
Suplanten con mi cabeza
la que hubo en Plaza de Olta.
Cárguenlo todo a mi cuenta
para tranquilizar conciencias.
Guarden bajo siete llaves
mi título en vuestra academia,
desempolven a Keynes
los abogados de sus empresas,
prorroguen el simulacro electoral de pocos,
que aunque no prospere clandestinamente
ninguna tropa insurgente
ni amague el aluvión con cruzar los puentes
otra generación colmó la plaza
y no reculó hasta voltear un presidente.
La Voz de los Mudos
Ahora que abunda la palabra sensata,
ahora que es gratis chucear al opresor
vale la pena revisar el tiempo
en que había apenas una sola voz.
Cuando algún que otro patriota subía
batería y antena desplegable en mano
a una terraza para emitir
mensajes de Radio Liberación.
El único modo de retrucar
a Marianos y Bernardos
era tacharlos un rato
con Don Hugo Del Carril…
Tecnología criolla parida
por Favallis que nunca faltan,
generosa con resistentes
Farabundos y araucanos.
Antecedente casero de esa radio
que desde suelo tico
ni bombardeada por marines
calló su mensaje encriptado,
alentando al patriota que resistía
en su tierra camuflado.
El Ave Fénix
El rédito mayor de la gesta montaraz
es ese pibe que busca en el kiosko Repensar,
que compra en librerías La Voluntad,
o se interroga mediante un documental.
Que ofrece su voluntariado
de norte a sur de este país saqueado
poniendo al fin y al cabo en duda
toda la Historia Oficial.
Los hambrientos y humillados
alguna vez lo escucharon:
“Será Justicia cuando impere
la Justicia Social”.-
JORGE FALCONE
Texto del libro inédito Prevaleceremos
duodécimo poemario del autor
N&P: El Correo-e del autor es Jorge Falcone falconej@speedy.com.ar