JULIO HUASI, EL POETA QUE NO USABA LAS MAYUSCULAS
dentro mío alguien solloza y no sé quién es, / quizá fuera yo mismo perdido hace tiempo /y no pude salir encerrado como un niño / cuyos padres fueron a dar sangre / a un almacén, un usurero, un hospital / y nunca regresaron.
Gentileza de Nora Piatigorsky
JULIO HUASI
Cuentan que el último día de trabajo en el semanario argentino “El Periodista”, se despidió de sus compañeros y llevó regalos para las mujeres. Le preguntaron entonces a dónde iba, y él dijo: “a ningún lado”. Toda una respuesta.
Por Nora Piatigorsky
NAC&POP
03/07/2009
Poema de Julio Huasi
humanería
el hombre es una estrella orgánica formada
por siete décimas partes de agua (impía);
el resto es un sólido furor, un fuego obseso
que lo incinera tenuemente en la olla mundial,
sus cinco puntas crepitan apasionadas.
Mi conmoribundo es una burbuja crucial, un gas equívoco,
una ebullición que rota sin aliento
y es muy riesgoso calentarse en demasía,
uno exhala un humito y se evapora.
Seres tan líquidos unos beben a los otros
y éstos perdidas por perdidos, en el último
suspiro de su deshidratación bramando
escupen llamas, arman un gran hervor final
para abolir la succión del hombre por el hombre.
sabotaje
dentro mío alguien solloza y no sé quién es,
quizá fuera yo mismo perdido hace tiempo
y no pude salir encerrado como un niño
cuyos padres fueron a dar sangre
a un almacén, un usurero, un hospital
y nunca regresaron. Pudiera ser
también que un extraño entró por ósmosis,
la cosa es que el sujeto llora sin parar
como si muchos difuntos lo rodearan.
No doy más, hoy día me abro con las uñas
para verle la cara y expulsarlo de una vez
y no me importa que no tenga donde ir.
Estamos en guerra, carajo, aquí no llora nadie.
idilium tremens
los enamorados pobres en los parques del otoño
con sus narices rojas contra los vidrios del mundo,
los amantes sin cama, sin rosa, sin vanguardia
se besan con labios muy fríos bajo un rocío de mocos
en sus siluetas apresadas en el hielo para siempre
jugando a las estatuas en ademán de caricia.
derrotas
procedo de una antigua dinastía de vencidos,
qué no hemos perdido me pregunto,
perdimos el paraíso y el favor de dios,
la virginidad, el prepucio, la inocencia ,
perdimos las guerras y por ende la paz,
la fe, la razón, los dientes, la salud,
hará cien años que un abuelo perdió
su único ojo en un vaso de aguardiente,
lo castigó, según dijo, pues lloraba,
cuando creímos que los cielos se apiadaban
perdimos la camisa, las ollas, la última moneda,
el rancho, la tierra y el país entero,
la voz, la libertad, el pellejo,
el amor, el trabajo, las ganas de vivir,
el séptimo mandamiento, y el buen nombre,
la ilusión, el caballo, los testículos,
últimamente hemos perdido la paciencia
y ya no queda nada por perder, excepto
la memoria, el tesoro de nuestro destino,
recen ahora, dueños del mundo.
La obra de Julio Huasi incluye:
- “sonata popular en buenos aires”, cuadernos de cultura, buenos aires, 1959.
- “yanquería”, ediciones del río de la plata, buenos aires, 1960.
- “los increíbles”, ediciones reunidas ultimátum, buenos aires, 1965.
- “sangral américa” y “bandolor”, libros reunidos en un volumen de la colección “la honda” de casa de las américas, la habana, 1971.
- “asesinaciones”; “matria mía azul”; “comparancias”. Puerta del sol, Madrid, 1981.
Julio no usaba mayúsculas, una curiosidad o una definición para los humanos.