1974 A las 8 y cuarto de la noche, el padre Carlos Mujica es tiroteado por un individuo con bigotes
Cinco disparos, de ametralladora le afectaron el abdomen y el pulmón. El tiro de gracia lo recibió en la espalda.
Fie cuando se disponía a entrar en su modesto 4-L estacionado en la iglesia de San Francisco Solano, en Zelada 4771.
Esta es una parte de su Oración:
"Señor Perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.
Señor perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.
Señor perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.
Señor perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.